El centro del debate sobre el Wi-Fi en hoteles ha cambiado. De argumentar sobre si debía ser gratuito o de pago, o sobre sus niveles de precios, se ha pasado a debatir sobre el nivel de calidad del servicio a prestar. Los motivos del cambio son la criticidad del acceso a internet para la mayoría de usuarios (trabajo, ocio -redes sociales-, aplicaciones, otros contenidos...); la aparición de múltiples dispositivos de acceso (ya no sólo laptops, sino smartphones ('iPhone', 'Android', etc.) y tablets('iPad'); la necesidad de coberturas totales (ya no sólo en el hall o los salones, sino en todas las habitaciones); y, sobre todo, garantizar el máximo nivel de seguridad para unas redes que siempre están en el ojo del huracán por este tema.
Los puntos anteriores hacen que deje de hablarse de Wi-Fi como “con poner una antenita basta”, para hablar de inversiones necesarias para dotar a los hoteles de una buena infraestructura (con equipos de máxima calidad), de un buen índice de cobertura (que además sea capaz de llegar con adecuados niveles de señal a dispositivos pequeños), de costes de explotación (crecientes para satisfacer esa demanda) o de capas de servicio (soporte telefónico, mantenimiento, monitorización, etc.).
Por tanto, los hoteles deben ahora decidir qué nivel de calidad quieren ofrecer y, a partir de ahí, estimar qué inversiones y gastos son necesarios. Como consecuencia de todo ello, cada hotel o cadena llegará a la conclusión correspondiente en relación al modelo de servicio: si se ofrece de pago para poder compensar esos costes, si se da gratuito asumiéndolos en su totalidad, o si se buscan modelos mixtos (freemium, duales) que integren lo mejor de los dos mundos. En definitiva, lo relevante hoy en día de cara al usuario final ya no es si el servicio es gratuito o de pago, sino que funcione y sea seguro.
Por último, pero no por ello menos relevante, lo que también es imprescindible es que el partner elegido por el hotel para esta aventura le permita beneficiarse del máximo posible de acuerdos de roaming, de forma que los clientes que lleguen al hotel con algún servicio de datos contratado en su país de origen puedan conectarse al Wi-Fi del hotel sin necesidad de identificaciones complejas ni de tener que pagar de nuevo por el servicio. En el caso de Kubi Wireless, esto ya es así gracias a los acuerdos con iPass, Boingo, Vodafone, Orange, BT, Portugal Telecom, etc. Estos acuerdos de roaming serán todavía más importantes en los próximos meses y años dada la saturación creciente de las redes 3G, lo que ha llevado ya a que, por ejemplo, Movistar ofrezca Wi-Fi ilimitado en sus tarifas de 3G para el 'iPhone 4G'.
Un último punto a tener en cuenta es la elección de quién actúa frente al cliente como prestador del servicio. Hay operadores, como Kubi Wireless, que asumen el rol de prestador del servicio, desvinculando así al hotel de la responsabilidad legal del mismo, mientras que otras compañías actúan como instaladoras y mantenedoras pero dejan la responsabilidad al hotel.
Estoy de acuerdo en que lo mas importante es la calidad del servicio en cuanto a wifi en los hoteles se refiere.Pero tambien creo que,segun sea el hotel donde se aloje la persona,deberia haber un servicio minimo gratuito y uno de pago de mayor ancho de banda.